Esta noche es la cena no oficial del Departamento. La celebración oficial del fin de año fué ayer con el vino navideño que se celebró después de una interesante charla de Julio en el Seminario de Actualización Permanente en Matemáticas, donde nos presentó el TUTORMATES, un entorno de enseñanza en el que están trabajando.
Como ultimamente, sirvieron un agapito en la cafetería del Quintiliano, y estuvimos un buen rato de charleta. Después los del barrio acabamos en el Calenda tomando unas cerves y continuando la conversación. Pasamos un rato agradable.
Bueno, pues a lo que iba esta entrada, esta noche se espera que seamos 41 (esos son los que se han apuntado) y va a haber dos ausencias notables, bueno cuatro. Pilar y Oscar fallan este año por razones diversas, Juan Luis es baja por convalecencia y Miri es baja definitiva, y se le echará de menos, hoy más que nunca.
De momento yo voy a ir preparada. Me tomaré un omeoprazol antes de salir de casa por si la grasa del chorizo, y llevaré mis medicinas por si me hacen falta, aunque confío casi plenamente en mi capacidad de superación ante las adversidades a base de orujito de hierbas.
Mañana por la mañana nos vamos a Mercurín, Bueno, más que por la mañana al mediodía, cuando salga Diana del Insti, así que me perderé la tercera cita tradicional prenavideña, el vino del Rector, que es a las 2. La suerte que tengo es que como conduce Lorenzo puedo dormir un rato de camino.
Aprovecharemos por lo menos la mitad de las 7 horas para echarle la bronca a la adolescente. Y que no me diga nadie que eso es maltrato psicológico, que eso es lo que me hace ella a mí con su cara de pez y su encoger los hombros cuando le pregunto que porqué no estudia o porqué no hace los deberes. Y punto.
Voy a dejarlo por hoy antes de ponerme de mala gaita, que esta noche me apetece pasármelo bien con mis compis y si sigo así voy a salir mordiendo.
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